Las leyendas populares estan basadas en hechos pero estos son debidamente desfigurados para crear un efecto en el lector de la misma manera que los diarios amarillistas toman una noticia cualquiera y la agrandan lo suficiente para causar un impacto y obligar a que millones de personas (literalmente) la compren.
Tal vez por eso tiene tanto exito las historias de celebridades de rock que se ocultan, supuestamente, porque tras sufrir un accidente no quieren que nadie vea su rostro desfigurado, ese mismo rostro que algun dia del pasado les habia deparado fama y dinero.
En un cuento del gran Stephen King, el protagonista visita, por casualidad, un pueblo donde una gran cantidad de viejas estrellas supuestamente muertas, desde Janis Joplin a Jimmy Hendrix, se ocultan de un mundo que no podria soportar verlos viejos.
Algo similar hace que las leyendas sobre accidentes que los deformaron sigan existiendo y perseverando: la gente quiere creer en ellos y por eso los mantiene con vida a traves de estas historias donde, por ejemplo, Morrison desfigurado vaga por los desiertos de California componiendo canciones para su vieja banda.
Dejando de lado este tema, es importante reconocer que la base de esta historia deberia derrumbarse bajo su propio peso porque, gracias los ultimos avances en cirugia estetica un hombre bien puede reconstruir su rostro sin tener que ocultarse de nadie.
Sabemos de lo que hablamos porque somos un laboratorio de anaplastologia. ¿Que es la anaplastologia, se preguntara usted? Bien, es la ciencia que estudia como reconstruir con protesis esteticas de siliconas aquellas partes del rostro donde, por diferentes motivos, se produjeron ausencias, tambien, por supuesto, en caso de pacientes oncologicos.
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